Parece que fue ayer, cuando un grupo de amigos y amigas decidimos probar que era eso del senderismo. Alguno ya conocíamos esto de perderse una mañana por el monte, con poco más que un bocata, una botella de agua y una cámara de fotos.
Nadie imaginaba entonces que años después, aquellos primeros pasos serian el comienzo de algo grande: Un club de senderismo consolidado, con una manera muy propia de hacer las cosas, en contacto siempre con la naturaleza, con el que disfrutarían tantos cientos de personas.
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