Íñigo Soteras, responsable médico del área de salud de FEDME explica los aspectos nocivos de llevarla durante la práctica deportiva.

Las nuevas medidas anunciadas por parte del Gobierno español en cuanto al uso de la mascarilla han creado malestar entre los deportistas. La Ley 2/2021 en su artículo 6, publicada esta semana, establece el uso obligatorio de las mascarillas en espacios al aire libre en todo el territorio nacional pese a poder garantizar la distancia física de 1,5 metros.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha hecho pública la que se ya conoce como ley de “nueva normalidad”. La ley que ha aprobado el Gobierno obligará a llevar mascarilla en la montaña.

La Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) propone la derogación inmediata del artículo 6 de la Ley y su sustitución por otra más acorde con la realidad. Así lo ha explicado su presidente, el aragonés Alberto Ayora.

Los deportes de montaña no provocan contagios

Con la nueva normativa, un grupo de alpinistas en alta montaña, un grupo de barranquistas cuando desciende un barranco o una cordada de escaladores, entre otros, todos y cada uno de ellos debería usar la mascarilla. La norma atañe a partir de dos o más integrantes durante la salida pese a que no hay nadie más en varios kilómetros a la redonda. Íñigo Soteras, responsable médico del área de salud de FEDME, explica que;

“no tiene sentido usar mascarilla cuando se puede garantizar una distancia física segura de 1,5 m. Puede tener aspectos nocivos llevar mascarilla mientras se está en la montaña. Su uso sólo es factible cuando no se puede mantener la distancia de seguridad”.

El Doctor destaca que el uso de la mascarilla durante la práctica deportiva aminora la percepción de los sentidos. La OMS sigue recomendando no utilizar mascarilla durante el ejercicio y asegura en que la medida preventiva más eficaz es mantener la distancia física de más de un metro durante la actividad deportiva.

“El uso de mascarilla durante una actividad física puede producir dificultad en la respiración, además se humedece y pierde la capacidad de expulsar nuestra ventilación. Además, una mascarilla húmeda cultiva el crecimiento de microorganismos”, dice Soteras.

La mascarilla no es conveniente

El uso de la mascarilla en el deporte no es buen compañero. Además, el montañero respira su propio CO2 y no renueva el oxígeno.

“Es cierto que la mascarilla puede producir percances al aminorar la percepción por los sentidos y la comunicación entre los componentes del grupo, por eso la OMS aconseja no llevarla durante una actividad física”.

“En cuanto al CO2, algunos estudios dicen que ese acumulo no es tan importante, siempre y cuando no se haga una actividad extenuante”.

La infección por SARS-CoV-2 al aire libre es rara y existen muy pocos informes en los que exista sospecha de infección durante deportes de montaña. La distancia de seguridad si resulta en cambio el elemento primordial a tener en cuenta.

“Al aire libre prácticamente no se ha descrito ningún contagio. Uno de los casos más destacables es el de una pareja de austriacas que hacían un trekking de varios días por los Alpes. Una de ellas se contagió, supuestamente en uno refugio de los que pernoctaron. Sin embrago, y pese a estar siempre juntas al aire libre, la otra compañera no llegó a contagiarse”, concluye el Dr. Íñigo Soteras.

FUENTE: www.nieveaventura.com